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Eran cinco los imputados que ayer debían sentarse en el banquillo del Tribunal Penal 1 de Oberá. Hace poco más de dos años secuestraron, golpearon y simularon ejecutar a un joven al que acusaban de haberse robado un buey. En un acuerdo entre los abogados defensores y la fiscalía, solicitaron que el caso sea resuelto en un juicio abreviado. Las partes solicitaron una pena de cinco años de prisión para todos los acusados.
El caso ocurrió en día de la primavera de 2016 y era digno de una película de mafiosos. Todos los involucrados eran vecinos de San Pedro y colonias aledañas.
En horas de la siesta, un joven agricultor de 26 años se desplazaba por la ruta provincial 27 en moto. Antes de llegar a la rotonda de acceso a la Colonia Siete Estrellas, una camioneta Ford Ranger roja se le puso a la par. Esta iba con dos ocupantes y como eran conocidos el joven detuvo su marcha. El dúo se bajó empuñando armas y lo obligaron a subir al rodado. De allí se dirigieron hacia Colonia Primavera. Pararon en una chacra que era de uno de los “secuestradores”, que a la vez era un docente de la zona. Allí hicieron subir a otros dos sujetos. La víctima los había reconocido como que eran dos hermanos. Siguieron hasta otra chacra en cercanías de la reserva Yabotí.
Durante todo el trayecto lo golpeaban y le exigían que dijera: “Dónde esta el buey que robaste”. Lo bajaron de la camioneta, lo ataron, le pasaron una soga por el cuello, lo hicieron pararse arriba de un bidón, dispararon armas y simularon colgarlo para que “cantara” acerca de qué había hecho “con el animal que robó“.
Luego de algunas horas sin lograr su cometido, lo llevaron de nuevo hasta Colonia Primavera. Lo liberaron y le permitieron que se fuera en su motocicleta, pero antes le advirtieron: “Si contás algo de esto te vamos a matar”. El joven no dudó y se dirigió hacia la Comisaría Primera de San Pedro a radicar la denuncia.
Horas después fue detenido el primer sospechoso, el dueño de la Ford Ranger. Secuestraron armas y varios elementos relacionados con el caso descriptos por la víctima. Finalmente fueron apresados todos los integrantes del grupo.
Cerrada la causa, el doctor Gerardo Casco, titular del Juzgado de Instrucción 1 de San Vicente elevó la causa a juicio bajo la calificación: “lesiones leves, privación ilegítima de la libertad agravada, amenazas agravada por el uso de armas y portación ilegal de armas”.
Suspendido el debate de ayer debido al acuerdo entre la fiscalía y los doctores Carlos Cabrera y Guiller Itatí Jones, ahora la solicitud de juicio abreviado con la pena de cinco años quedará a consideración de los magistrados del Tribunal. En caso de dar el visto bueno a la propuesta, podrían homologar el acuerdo y dictar una sentencia.